Se pueden apreciar en la camisa dos efectos muy nocivos debido a la NO utilización de refrigerante homologado Volvo Penta con aditivos específicos: La cavitación y la corrosión por pitting.
Estos daños son irreversibles y necesitan cambiar el bloque y las camisas del motor. Un gasto tan elevado que es casi más económico cambiar el motor por uno nuevo. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
CAVITACIÓN:
La cavitación, en las camisas y en el propio bloque motor, se produce debido a la rapidísima formación e implosión de burbujas de vapor, muy localizadas entre la pared de la camisa y el fluido refrigerante. Genera un efecto de erosión focalizado en puntos concretos que deteriora prematuramente los materiales, afectando la estanqueidad de las juntas.
Puede llegar a perforar la propia camisa y dejar entrar fluido refrigerante en el interior de los cilindros del motor.
CORROSIÓN POR PITTING:
Es una forma de corrosión localizada que crea agujeros en el material. Esto se produce por la despasivación del material en una pequeña área. Se vuelve anódica, mientras que otra zona del material se convierte en catódica dando lugar a una corrosión galvánica muy localizada. Se produce también una alteración del pH que favorece la acidez de la zona reforzando el proceso de corrosión.
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Es por ello que los fluidos refrigerantes llevan aditivos específicos para evitar estos fenómenos y aumentar la durabilidad y fiabilidad del motor con las horas de servicio. Para evitarlos, es necesario usar fluido refrigerante homologado Volvo Penta y NO usar agua en ningún caso.
El cambio de refrigerante forma parte integral del mantenimiento del motor. Su función no es solamente de regular la temperatura del motor. Tiene también funciones esenciales para preservar y alargar la vida del motor. Su coste es relativamente barato y el cambio se hace cada 4 años. Añadir agua (aun en pocas cantidades) en el depósito, desequilibra la composición química del refrigerante y debilita su eficacia.